La Asociación Americana de Optometría define el Síndrome Visual Informático (SVI) como el complejo de problemas oculares y visuales relacionados con el trabajo que requiere visión cercana, que aparece durante o relacionado con el uso del ordenador. Esto se ha intensificado con el uso actual que se hace de las nuevas tecnologías.
Como nos indican desde la página Tu optometrista (iniciativa del Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas de Andalucía que pretende hacer llegar a la población andaluza recomendaciones y consejos sobre salud visual), las tareas de visión cercana se han incrementado exponencialmente, no solo por el uso de nuevos dispositivos como smartphones, tablets u ordenadores portátiles que requieren una mayor demanda visual y una menor distancia de visión sino por su excesivo, prolongado o inadecuado uso doméstico o de ocio fuera del ámbito laboral o educativo y afectando a todas las edades, incluso a nivel infantil.
El sistema visual del ser humano está diseñado preminentemente para la visión lejana, y el uso de la visión cercana durante solo breves periodos de tiempo. Dicha visión cercana activa y fuerza unos mecanismos de enfoque (acomodación, miosis y vergencias) en donde están implicadas muchas estructuras oculares (cristalino, músculos ciliares intra-oculares, iris, pupila y músculos extra-oculares) con el consiguiente gasto de energía que puede generar cansancio y malestar.
¿Cuáles son los síntomas y las causas que lo provocan?
Los síntomas más comunes del SVI serían:
- Fatiga Visual
- Dolores de cabeza (tiende a localizarse en la zona frontal, supra-orbital o parietal)
- Visión borrosa.
- Sequedad ocular, picor de los ojos, enrojecimiento ocular
- dolor de cuello y hombros
- Mareos
- Visión doble
Las principales causas y riesgos pueden englobarse bajo tres epígrafes:
- Causas y riesgos por alteraciones visuales: Miopía, Hipermetropía, Astigmatismo, Disfunciones binoculares, Disfunciones acomodativas
- Causas y riesgos por ergonomía deficiente: El deslumbramiento (sensación de mucha luz) o mala iluminación, Ambientes demasiado secos (habitualmente por el aire acondicionado o la calefacción), Distancia inadecuada a la pantalla, Mala postura corporal al sentarse
- Por este motivo, debemos tener muy en cuenta una adecuada regulación y colocación de los asientos, mesas, posturas y distancias, no solo por los riesgos de daños músculo-esqueléticos sino por su repercusión directa en daños sobre nuestra visión por posturas y distancias inadecuadas.
- Causas y riesgos de los dispositivos: Una deficiente configuración de las pantallas: resolución, brillo, contraste o tipo y tamaño de letra exigirán un mayor esfuerzo visual durante mucho más tiempo.
Varios estudios establecen el riesgo de aparición de síntomas y molestias oculares y visuales con el uso de 3 o más horas diarias de pantallas de visualización de datos (PVD) de teléfonos móviles, tablets, portátiles y ordenadores, siendo el tiempo de uso recomendable inferior a 2 horas diarias, lo cual dista mucho del tiempo que solemos dedicarle a este tipo de dispositivos de forma general.
Cómo podemos evitarlo
Estos consejos te ayudarán a evitar o minimizar las molestias del SVI:
Consejos ópticos
- Todos los usuarios deben hacer descansos periódicos para eludir la fatiga visual. Utiliza la Regla del “20-20-20”. Realiza pausas alrededor de 20 segundos cada 20 minutos mirando a una distancia de 20 pies (unos 6 metros)
- Los usuarios de lentes de contacto deben recordar que es muy importante aumentar de forma consciente la frecuencia y la amplitud del parpadeo para evitar sequedad, irritación y pérdida de transparencia de las lentes.
Consejos ergonómicos
- En cuanto a la iluminación, debe tenerse especial cuidado en la colocación y distribución de la fuente de luz, que nunca deberá ser excesiva, incidir directamente sobre los ojos del usuario, ni crear sombras o reflejos en las pantallas. Los expertos recomiendan que la relación de luminancia entre la pantalla y los alrededores visuales inmediatos no exceda de la relación 3:1 ó 1:3. Si no podemos variar la luz ambiente deberemos regular el brillo y la intensidad de la pantalla.
- El color de las paredes debe ser suave y mate, con tintes que disimulen el blanco puro y evitando los colores fuertes estresantes. Son convenientes las oficinas y habitaciones amplias o con ventanas, que permiten mirar de vez en cuando a distancia lejana.
- Los asientos: La silla debe ser deslizable y de altura regulable permitiendo el apoyo firme de los pies en el suelo. El respaldo debe tener una ligera inclinación hacia atrás (mínima, porque si no el tronco ya no formaría un ángulo de aproximadamente 90° con los muslos). La espalda debe apoyarse completamente en el respaldo, y es importante que la zona lumbar no quede sin apoyo.
- La mesa: Debe de usarse una que tenga suficiente espacio de trabajo y con una altura que evite que los hombros se levanten al usar el teclado y los brazos estén paralelos al torso. Además, si la colocamos cerca de una ventana o espacio abierto será mucho mejor.
- La distancia de visualización es básica para evitar el SVI-D. En general el sistema visual siempre trabaja más cómodamente con los dispositivos más alejados siempre que permita ver los caracteres con comodidad, puesto que hay menos demanda tanto de convergencia como de acomodación.
- Para los ordenadores de sobremesa, entre los ojos del usuario y la pantalla del ordenador debe haber una distancia mínima del brazo extendido para evitar daños oculares (entre 60 y 70cm).
- En los ordenadores portátiles la distancia es más reducida pero debemos siempre respetar la mayor posible (entre 50 y 60cm).
- Para las tablets y los teléfonos móviles la distancia ideal mínima es la misma que la de un libro: la distancia entre el codo y la palma de la mano del usuario (entre 35 y 45cm).
- Para todos los dispositivos es esencial prestar especial atención a la distancia de uso en niños y adolescentes. Al tener los brazos más cortos su distancia de visualización también se reduce, pero una distancia de visualización muy cercana implica un alto esfuerzo de acomodación y hay estudios que indican que el trabajo continuado en visión muy próxima induce el desarrollo de miopías y otros trastornos visuales.
- La situación de las pantallas también es importante para evitar fatiga visual y el SVI-D. En general la posición más correcta en tareas de cerca es la mirada inferior, que requiere menor acomodación y convergencia y proporciona una mejor humectación ocular.
- Para los ordenadores de sobremesa, la parte superior del monitor debe quedar a la altura de los ojos, sin sobrepasar en altura la cabeza del usuario, de forma que la línea de mirada quede a unos 10° o 20° por debajo de la línea de mirada horizontal. En los niños este consejo cobra especial relevancia ya que por sus estaturas suelen tener una mala situación, mirando recto o hacia arriba, tanto en las aulas como en sus hogares.
- Para los ordenadores portátiles, las tablets y los teléfonos móviles la posición normal de visualización es siempre inferior pero debemos evitar posturas inadecuadas como visualizarlas tumbados o recostados. El ángulo de visión para tablets y smartphones no debe ser inferior a 35°.
- Se debe intentar colocar el material de referencia para la tarea a desarrollar y los ordenadores a la misma distancia. El cambio de mirada (del monitor a textos por ejemplo) puede ser muy fatigoso para el sistema visual, ya que exige una constante búsqueda visual y un constante cambio acomodativo.

Fuente: Asociación Americana de Optometría
Consejos de configuración
- Ajusta convenientemente el contraste: el negro debe ser negro (no gris oscuro). Para ello, baja el brillo del monitor. Una página totalmente blanca no te debe deslumbrar. Para ello ajusta el contraste. Jugando con el contraste y el brillo conseguirás la configuración correcta (intenta con diferentes ajustes). Dependiendo del dispositivo también podemos encontrar una opción de ‘Brillo automático’, la cual ajustará el brillo de la pantalla dependiendo de la luz ambiente que detecte en cada momento.
- Existen también aplicaciones que permiten además controlar la temperatura de color que muestra la pantalla. Con esta función podemos cambiar de tonos fríos (azules y rosados) a tonos cálidos (amarillos y naranjas) para tener una percepción visual más agradable y evitar la pérdida de sueño y el insomnio debido al uso prolongado de nuestros smartphones.
- Los caracteres negros sobre un fondo blanco son la opción más habitual, aunque algunas personas encuentran dificultad para leer en condiciones de máximo contraste. Cada sujeto ha de probar distintos colores (tanto de fondo como de caracteres) hasta encontrar el que le resulta más adecuado.
- Evita utilizar formatos de letras demasiados pequeños. Reduce la resolución, o aumenta el tamaño de la fuente (incluso temporalmente) para que lo tengas algo más legible.
- Si tienes que leer largos textos en la pantalla, lo mejor es que elijas fuentes del tipo Verdana en vez de fuentes del tipo Times New Roman. En la mayoría de navegadores puedes cambiar la fuente de los caracteres para tener una del tipo Verdana para mejorar la legibilidad.
- Para los dispositivos digitales, apuesta por protectores de cristal templado ya que no suelen crear burbujas de aire, además de ofrecer una buena sensación táctil y no generar brillos o reflejos molestos en la pantalla.